La importancia de conocer a profundidad la composición y los tipos de cannabinoides
Si bien es importante conocer sobre las dosis más adecuadas para tratamientos con productos derivados de cannabis para uso medicinal, se debe saber primero los tipos de cannabinoides que existen, así tener presente sus potenciales riesgos y beneficios en la salud.
Siguiendo las recomendaciones realizadas por la Organización Mundial de la Salud, en el sentido de reconocer los beneficios del cannabis de uso medicinal, las Naciones Unidas (ONU) retiró a finales del año pasado la marihuana de su listado IV de la Convención Única Sobre Estupefacientes de 1961, en el cual se le señalaba como parte de las sustancias más perjudiciales para la salud humana.
Esto ha significado un gran espaldarazo para que se aceleren las investigaciones sobre la utilidad de los derivados terapéuticos del cannabis y sus potenciales beneficios para las personas.
Tal como lo señalan diversas investigaciones, entre ellas las publicadas en el Journal of Medicinal Chemistry de la Sociedad Química Americana (1), la planta de cannabis contiene fitocannabinoides, que son las sustancias químicas que posee la planta y que, al ser procesadas para su extracción en diferentes formulaciones, interactúan con el sistema endocannabinoide que poseen los seres humanos.
Este es un sistema (2) distribuido a través de las células del sistema nervioso y el inmunitario principalmente. Son los receptores llamados CB1 y CB2, pertenecientes al sistema endocannabinoide, los que, al interactuar con los cannabinoides, pueden ofrecer resultados positivos para las personas que padecen de enfermedades o dolores crónicos, los efectos adversos de las terapias contra el cáncer, entre otros.
CBD y THC
De los más de 100 cannabinoides que posee la planta del cannabis (Cannabis Sativa), dos son los más conocidos y estudiados que ofrecen beneficios para las personas: el CBD (Cannabidiol) y el THC (Tetrahidrocannabinol). Ambos cannabinoides son los compuestos principales o mayores de los derivados del cannabis para uso medicinal que existen en la actualidad a disposición de los pacientes con enfermedades crónicas.
El CBD es un componente no eufórico y su potencial médico está cada vez más documentado. El CBD posee propiedades ansiolíticas (4). Asimismo, tiene propiedades neuroprotectoras y por ende es considerado potencial tratamiento para trastornos cognitivos y enfermedades como el Alzheimer, Parkinson, ictus, esclerosis múltiple y para tratar diversos trastornos cognitivos para lo cual existen múltiples estudios clínicos en desarrollo (5).
También ostenta propiedades anticonvulsivantes y es un tratamiento aprobado para tratar patologías vinculadas a la epilepsia refractaria, como pueden ser el síndrome de Dravet, Lennox-Gastaut y la Esclerosis Tuberosa (6). E, incluso, se están estudiando con atención sus cualidades antitumorales en determinados tipos de cáncer (7).
El THC es el cannabinoide que posee el mayor componente psicoactivo eufórico del cannabis. De allí que durante muchos años se le haya demonizado, pero cada vez se reconocen más sus efectos terapéuticos (3), ya que, al vincularse, por ejemplo, con el receptor CB1 es el principal mecanismo de acción para explicar su efecto analgésico. El THC puede ser útil también en el tratamiento del insomnio, alivio de náuseas y vómitos asociadas a quimioterapia.
La cantidad importa
A la hora de iniciar una terapia con cannabis de uso medicinal es fundamental establecer las cantidades adecuadas de Cannabidiol y de Tetrahidrocannabinol, lo que repercutirá en beneficio de nuestra salud.
Para ello es importante tener en cuenta el quimiotipo, es decir, el tipo de composición química, y la proporción de cada cannabinoide presente en el producto.
Según el estudio “Cannabis. Evolution and Ethnobotany”, de los médicos estadounidenses Robert Clarke y Mark Merlin, publicado en el año 2016 (8), se ha identificado que la planta del cannabis posee tres tipos de quimiotipos:
Tipo I. Quimiotipo que contiene un alto concentrado del cannabionide THC. Sus efectos psicoactivos son altos.
Tipo II. Quimiotipo que tiene una proporción equilibrada de THC y CBD.
Tipo III. Quimiotipo que está prácticamente compuesto por CBD. Las propiedades psicotrópicas son nulas.
En base a esta catalogación, diversas organizaciones médicas y científicas, como el Observatorio Español del Cannabis Medicinal (9), recomiendan prestar especial cuidado a las proporciones de cannabinoides contenidos en una formulación para uso medicinal.
En ese sentido, se debe poner especial énfasis en solicitar a los comercializadores y fabricantes de cannabis para uso medicinal información detallada sobre la composición exacta de los cannabinoides contenidos en sus productos, y de esta forma evitar los riesgos que suponen que estos preparados contengan sustancias dañinas como bacterias, hongos o pesticidas. Es importante que los certificados de análisis estén disponibles para la comprobación de dichas composiciones.
Mientras que, por el lado terapéutico, es esencial que el tratamiento con estos productos sea supervisado concienzudamente por parte del médico tratante, responsable además de recetar las dosis adecuadas para cada tipo de terapia.
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REFERENCIAS
(1) The endocannabinoid system: drug targets, lead compounds, and potential therapeutic applications. Journal of medicinal chemistry. 2005.
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/16078824/
(2) Involvement of the endocannabinoid system in reward processing in the human brain. Journal of psychopharmacology. 2011.
https://link.springer.com/article/10.1007/s00213-011-2428-8
(3) Taming THC: potential cannabis synergy and phytocannabinoid-terpenoid entourage effects. British journal of pharmacology. 2011.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3165946/
(4) Neural basis of anxiolytic effects of cannabidiol (CBD) in generalized social anxiety disorder: a preliminary report. Journal of Psychopharmacology. 2010.
https://doi.org/10.1177/0269881110379283
(5) In vivo Evidence for Therapeutic Properties of Cannabidiol (CBD) for Alzheimer’s Disease. Frontiers in pharmacology. 2017.
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28217094/
(6) Trial of Cannabidiol for Drug-Resistant Seizures in the Dravet Syndrome. The New England Journal of Medicine. 2017
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28538134/
(7) Cannabinoid receptor expression in non-small cell lung cancer. Effectiveness of tetrahydrocannabinol and cannabidiol inhibiting cell proliferation and epithelial-mesenchymal transition in vitro. Public Library of Science (PLoS) Journal. 2020.
https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0228909
(8) Cannabis. Evolution and Ethnobotany. Robert Clarke , Mark Merlin. 2016. First Edition
https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/2325548X.2014.901859