CBD para paliar los síntomas del VIH/SIDA
Los beneficios terapéuticos de los cannabinoides pueden ofrecer opciones terapéuticas para el alivio de síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas con VIH/SIDA.
Desde que hizo su aparición en los años ochenta, el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) ha cobrado la vida de más de 36 millones de personas. En la actualidad, sigue sin existir una cura contra este virus, que en su estadío tardío desarrolla el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). Pero se ha logrado frenar su letalidad gracias a la prevención, diagnóstico temprano y, principalmente, al tratamiento con medicamentos antirretrovirales que evitan su propagación por el todo el organismo [1], convirtiendo al VIH en una infección crónica y controlable.
A pesar de estos avances, los síntomas y los efectos adversos de las terapias contra el VIH/SIDA persisten y frenan el desenvolvimiento normal en la vida de las personas, por lo que es importante encontrar tratamientos complementarios y/o adyuvantes que ayuden a disminuir estos problemas.
En este sentido, el cannabis de uso terapéutico y sus derivados pueden ser un instrumento útil para atenuar estas molestias. Hoy existen diversos estudios que revelan las propiedades de los cannabinoides, como el CBD y el THC, sustancias presentes en el cannabis que tienen efectos positivos para aliviar ciertos síntomas como las náuseas, vómitos, ansiedad, pérdida de apetito o el dolor crónico neuropático las personas con VIH/SIDA.
Ansiedad y memoria
Los trastornos del ánimo, como el síndrome de ansiedad generalizada u otros, o la depresión mayor, son habituales en los pacientes con VIH/SIDA. Estos suelen aparecer desde el momento del diagnóstico y pueden agudizarse durante el curso del tratamiento y las inevitables presiones sociales y psicológicas que, muchas veces, influyen en el desarrollo de problemas adicionales como el insomnio.
En este escenario, el cannabis de uso terapéutico puede resultar beneficioso para este tipo de problemas, cuando las terapias de primera y segunda línea fallan, tal como lo comprueba un estudio realizado en 2019 [2], en el que un centenar de personas con ansiedad y problemas de insomnio se sometieron a una terapia con cannabidiol (CBD). Luego de un mes de tratamiento, concluyeron que el CBD fue bien tolerado y también fue capaz de proporcionar alivio a la agitación e inquietud presentes en los síndromes ansiosos. Casi el 80% de los participantes de la investigación refirieron una sensación de relajación, a lo que se añadió un incremento de la calidad de sueño.
Por otro lado, las personas viviendo con VIH/SIDA suelen verse afectadas también por un deterioro cognitivo generado por la infección, que suele perjudicar el cerebro, originando muchas veces cierta pérdida de memoria. Según un estudio realizado por la Universidad de Londres [3], este descenso de las habilidades cognitivas de las personas con VIH/SIDA se debe, parcialmente, a una inflación crónica del cerebro que se produce ante la estimulación permanente del sistema inmune por parte del virus. Por ello, el CBD, que tiene un efecto antiinflamatorio y neuroprotector, ofrece un potencial beneficio. Sin embargo, es importante decir que faltan más estudios que demuestren dichos efectos en esta población.
Alivio de náuseas y mejora del apetito.
Las náuseas y los vómitos son uno de los síntomas más frecuentes y molestos que padecen las personas viviendo con VIH/SIDA. Su origen es diverso ya que se puede deber tanto a problemas gastrointestinales o como consecuencia del propio tratamiento antirretroviral. En este aspecto, el CBD presenta cualidades para contrarrestar las náuseas y vómitos, ya que se ha descubierto que en dosis bajas y controladas [4] ayuda a activar, indirectamente, un receptor de serotonina en el cerebro que contribuye a frenar estos síntomas.
Pero no solo el CBD posee estas propiedades. También el tetrahidrocannabinol (THC), otro derivado del cannabis terapéutico, actúa sobre el área del cerebro que controla las náuseas con eficacia comprobada en diversos ensayos clínicos. Pero, además, posee propiedades que ayudan al aumento del apetito en las personas con VIH/SIDA, las cuales se suelen ver afectadas por una notable disminución de peso y, en algunos casos, ciertos niveles de anorexia.
En tal sentido, desde el año 1995 se ha comprobado en los Estados Unidos que el THC, dispensado en su formato aprobado por la FDA con el nombre genérico de Dronabinol [5], tiene efectos positivos como estimulador del apetito, lo cual ayuda al incremento del peso de los pacientes, además de aumentar la ingesta de calorías.
¿Atenuar la progresión del VIH/SIDA?
Los cannabinoides están evidenciando que pueden disminuir los síntomas más molestos de los pacientes con VIH/SIDA, pero, ¿es posible que el cannabis medicinal pueda conseguir frenar el avance del propio virus?
Las investigaciones en ese aspecto están en pleno desarrollo. Por ejemplo, en Canadá se propuso un ensayo clínico [5], cuyos resultados aún están en proceso, para examinar las posibilidades que puede otorgar el tratar con aceite de CBD y THC a personas con VIH/SIDA, como un complemento de su tratamiento antirretroviral, y con esto determinar las posibilidades que podrían tener los cannabinoides para mejorar el recuento de las células T CD4, que son los glóbulos blancos que combaten las infecciones y que se ven afectados agresivamente por el virus.
En todo caso, aún se requieren de muchas más investigaciones para llegar a comprender a cabalidad el gran potencial médico del cannabis de uso medicinal para tratar y combatir el VIH/SIDA y sus afecciones derivadas.
REFERENCIAS
[1] https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/hiv-aids
[2] Cannabidiol in Anxiety and Sleep: A Large Case Series. The Permanente journal. 2019.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6326553/
[3] The effects of acute cannabidiol on cerebral blood flow and its relationship to memory: An arterial spin labelling magnetic resonance imaging study. Journal of psychopharmacology. 2020
https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/0269881120936419
[4] Cannabidiol, a non-psychotropic component of cannabis, attenuates vomiting and nausea-like behaviour via indirect agonism of 5-HT1A somatodendritic autoreceptors in the dorsal raphe nucleus. British Pharmacological Society. 2012.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3423241/
[5] Oral cannabinoids in people living with HIV on effective antiretroviral therapy: CTN PT028—study protocol for a pilot randomised trial to assess safety, tolerability and effect on immune activation. BMJ open. 2019.