“El potencial del uso medicinal de cannabis es enorme”
En esta entrevista, el doctor Peter Gámez Cabanillas, médico cirujano de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y miembro de la Sociedad Médica de Cannabis del Perú, analiza el presente y futuro de esta terapia y su integración en la práctica clínica.
El doctor Peter Gámez Cabanillas lleva tres años atendiendo pacientes con cannabis de uso medicinal. En este tiempo, ha tratado a más de 500 personas con esta terapia, la mayoría con excelentes resultados.
Su interés por estudiar las bondades terapéuticas de la planta surgió hace cinco años, cuando un ser querido enfermó de cáncer. “Tuve que empezar casi a ciegas. Viajé y me contacté con otros investigadores para aprender más del tema. Al final, los resultados fueron increíbles. En el caso de mi familiar, el efecto medicinal del cannabis se vio de inmediato. Todo eso alimentó mi curiosidad”, explica.
Gámez se ha convertido en un referente médico en la materia. Ha organizado y dictado cursos sobre el uso medicinal del cannabis; es asesor técnico de proyectos de ley para el empleo y estudio del cannabis, y fue fundador del Centro de Estudio del Cannabis Perú, que reúne a profesionales de la salud interesados en el estudio de las propiedades de esta planta.
¿Es correcto usar el término “cannabis medicinal”?
No, porque no hay un cannabis específico que sea medicinal. Lo correcto es hablar sobre el uso terapéutico o medicinal del cannabis, a partir de los beneficios que ofrecen muchos de sus componentes.
¿Qué propiedades tiene el cannabis que permiten su uso como medicina alternativa?
Primero que nada debemos entender lo que es el sistema endocannabinoide. Desde que estamos en el vientre materno desarrollamos este sistema, el cual regula diversas funciones en nuestro cerebro y cuerpo. Dicho sistema puede ser activado por sustancias externas al cuerpo, en este caso los cannabinoides de origen natural, presentes en la planta de cannabis, o los de tipo sintético. De ahí que el uso médico de esta planta produzca varios efectos en favor de la salud.
¿Pero dónde se originan esos efectos? ¿Está todo en nuestro cerebro?
Es cierto que el sistema endocannabinoide posee muchos receptores en el cerebro, pero no solo está presente ahí. Tiene receptores en cada órgano, tejido o sistema de nuestro cuerpo. Hay puntos de acción en piel, grasa, músculos, tejidos pulmonares y cardiacos, el epitelio intestinal, vasos sanguíneos, cerebro, sistema endocrino y hasta las gónadas. Por eso la acción del cannabis no solo parte del sistema nervioso central, sino que los puntos de regulación, dependiendo de la patología, pueden ser múltiples. He ahí su mayor virtud.
¿Qué es exactamente un fitocannabinoide?
Los fitocannabinoides son todos los componentes que podemos extraer o sacar de la planta de cannabis. Según el químico checo, Lumir Hanus, una autoridad en la investigación de cannabis, hay 147 fitocannabinoides descritos a la fecha. Dentro de los más importantes están el cannabidiol o CBD, el componente no psicoactivo de la planta y el tetrahidrocannabinol (THC), el componente psicoactivo. De estos cannabinoides se desprenden diversas propiedades terapéuticas.
¿Por qué se trabaja más con el CBD y el THC?
Porque fueron los primeros fitocannabinoides en ser aislados por la ciencia, y los que están en mayor cantidad en la planta. Los demás cannabinoides aún siguen en estudio, pero también tienen efectos terapéuticos. Comercialmente hablando, en nuestro país se usan básicamente formulaciones altas en CBD. Ojalá en un futuro podamos traer formulaciones que tengan proporciones similares de ambos componentes, pues el THC ha demostrado ser efectivo en diversas indicaciones médicas.
¿Qué dice la evidencia científica sobre el uso medicinal del cannabis?
A la fecha hay cuatro áreas clínicas en las que el uso medicinal del cannabis está conclusivamente probado: la primera es el manejo del dolor crónico en pacientes adultos; la segunda, el manejo de náuseas y vómitos asociados a quimioterapia; tres, manejo de síntomas espásticos en pacientes con esclerosis múltiples; y por último, en epilepsia refractaria, asociada a dos síndromes: el de Gavet y el de Lennox-Gastaut. Pero no son las únicas. Si revisamos los censos y evidencia de los lugares donde se tratan a pacientes con cannabis, las indicaciones pueden variar. Hay pacientes con autismo, Parkinson, fibromialgia o depresión, a quienes el uso de este tratamiento les resulta muy beneficioso. El potencial es enorme.
¿Cuál es su perspectiva actual sobre el cannabis de uso medicinal en el Perú acerca de cómo se está integrando en la práctica clínica?
Todavía hay grandes barreras. La primera es de acceso, y no solo hablo de los puntos de venta, que siguen siendo pocos. La principal barrera pasa por la poca capacitación al personal médico sobre el tema. Eso hace que sea más complejo el uso medicinal del cannabis. Felizmente, ya existen algunas iniciativas en universidades como la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) y entidades como el Colegio Médico del Perú, que poco a poco generan educación en este campo.
A raíz de la aprobación del uso medicinal del cannabis del Perú, ¿cree que está cambiando la relación de los médicos con esta planta?
Sí, ha cambiado. Antes veías médicos que mostraban interés por prescribir este tipo de tratamientos, pero no se atrevían por el tema legal. Con el soporte actual, algunos ya se están atreviendo un poco más. Lo intentan a su manera, quizás no de la mejor forma, pero ya hacen el intento. Eso es un avance.
¿Por qué hay tantos prejuicios respecto a esta planta, conociéndose los beneficios y el potencial que tiene como medicina alternativa?
Lamentablemente, muchos de los hábitos, miedos y pensamientos que tenemos se instalan desde el colegio. Muchas de las políticas educativas llevadas por la lucha antidrogas estuvieron centradas en el temor, más que en el conocimiento. En el caso del cannabis la información que hay en colegios y universidades es muy pobre. En mi etapa universitaria, las referencias eran escasas e incompletas. Si uno quiere saber sobre el cannabis, debe adquirir conocimientos por iniciativa propia.
¿Es posible que se descubran más usos medicinales del cannabis?
Sí. Todo va a depender del presupuesto que se les dé a los investigadores para poder realizar estudios, pero principalmente de las facilidades que se les brinde. De nada vale tener dinero si el Estado o las leyes te ponen barreras para estudiar al cannabis. Una de las áreas que más promete es el uso antitumoral de los cannabinoides, no solo como paliativos, sino como posible tratamiento para diversos tipos de cáncer. También hay potencial en áreas como la esquizofrenia. En determinadas formulaciones, podría ayudar a muchos pacientes.